Redacción

La población extremeña se ha estancado los últimos 26 años, la ínfima evolución se debe a la inmigración extrajera que, como vino se irá.
Paralelamente el bienestar de los extremeños no es que se haya estabilizado en el periodo citado, a ido a peor.
No ha existido empuje de nuevos ciudadanos en Extremadura, pese a lo cual se evidencian las carencias estructurales de la economía regional, ni existirá presión demográfica, según datos de la proyección del INE 2008-2018, en esta semidesértica Comunidad.
A pesar de esta situación, Extremadura 1982-2008, durante ventiseis años no ha abandonado los mismos lugares del ranking nacional que acreditan su calidad de región subdesarrollada, la primera en tasa de paro, la última en renta per cápita.
Y, en la actualidad, estamos padeciendo las consecuencias de una depresión económica a escala nacional que en lo que a nuestro entorno concierne podría llevarnos a una situación económica de liquidación por derribo, ya que el gobierno nacional ha emprendido una Cruzada para ayudar a los más ricos a nivel institucional, personal y territorial.
Victima de una corrupción galopante, el gobierno regional, con su presidente a la cabeza, intenta poner cara de póker, y se prodiga en declaraciones cuya retórica y falsedad, se contraponen a la realidad que el ciudadano observa y padece en su cotidianidad.
En Extremadura, no se trata de que haya familias que están pasando dificultades, es que en la inmensa mayoría de los hogares se ha producido un considerable deterioro en sus economías, de lo cual sólo se salvan la oligarquía política extremeña, cuyas retribuciones comparativamente son de escándalo, y la élite funcionarial y empresarial. Una minoría entre el millón alto de personas que constituye la población regional.
Y lo peor, no existe ninguna esperanza de que esta situación se invierta, lo contrario, vamos a peor máxime dada la situación da casi absoluta DEPENDENCIA en todos los órdenes que afecta a la región extremeña, respecto al hoy, deprimido exterior.
Así las cosas, posiblemente este panorama nos esté describiendo el fin de la clase media en Extremadura pues todas las medidas adoptadas a nivel nacional, y las previstas en la reiterativa “planeación” regional, olvidan a las clases medias, que en esta Comunidad estarían constituidas por los asalariados mileuristas, el setenta por ciento de los trabajadores, que debido a ello pueden estar avocados a un progresivo proceso de proletarización con las consecuencias sociales, económicas, y muy principalmente políticas, que ello ocasionaría.
Llueve sobre mojado y este sector desprotegido puede por necesidad vital, romper las cadenas de la alineación que políticamente les ha hecho optar electoralmente por quienes no defienden sus intereses e inclinarse por alternativas políticas realmente reivindicativas.
En el contexto socioeconómico actual, no seria nada extraño que se produjeran crecientes tensiones protagonizadas por un sector social que se siente sobrecargado, menospreciado y progresivamente empobrecido, con un aumento de la solidaridad entre un colectivo aburguesado que desesperadamente ha tratado de diferenciarse del proletariado extremeño esencialmente representado por 430.000 pobres, 100.000 parados, y asalariados seiscientoseuristas principalmente, con un notable aumento de la conflictividad social.
Si esta tendencia se confirma, solo falta un factor esencial y determinante para que las reivindicaciones sociales in crescendo se canalicen operativamente y tengan como resultado la mejora en las condiciones de vida en la región, y la normalización política, esto es, la existencia de organizaciones políticas y sindicales dispuestas a comprometerse en esta lucha, porque ni los partidos mayoritarios, ni las burocracias sindicales “más representativas” que pululan por Extremadura, reúnen los requisitos necesarios y suficientes para encabezar la primera y necesaria transformación que esta región está pidiendo a gritos.
Para ayudar en esta transformación hemos nacido, por ella lucharemos con todas nuestras fuerzas, y en la medida de nuestras posibilidades.
Redacción Extremadura Progresista.
25 Enero 2009