Antonio Marcelo Vacas 
A partir de entonces, y lo atestigua mi archivo repleto, la panda de Ibarra ha realizado multitud de planes, planecillos, programas, programillos de desarrollo regional, hasta que en 2007 aquel cede por imposición jerárquica el testigo del planeamiento al Sr. Fdez. Vara. Un verdadero lince de las finanzas.
“Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”. P.J. Goebbels.
En 1979, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, junto a los amiguetes que capitaneaba en el Congreso de Diputados, elaboraron un Plan de Desarrollo Regional para Extremadura prometiendo el oro y el moro al electorado local que aún no había catapultado al gran impostor hacia el mando autonómico, el cual obtuvo posteriormente por la puerta de atrás en Octubre de 1982.
A partir de entonces, y lo atestigua mi archivo repleto, la panda de Ibarra ha realizado multitud de planes, planecillos, programas, programillos de desarrollo regional, hasta que en 2007 aquel cede por imposición jerárquica el testigo del planeamiento al Sr. Fdez. Vara. Un verdadero lince de las finanzas.
Como Ibarra, parece ser según sus exegetas, se encargó de la primera transformación de Extremadura (aquí procede desternillarse sin rubor alguno), asombro de propios y extraños, consistente en la práctica en pasar de región en vías de subdesarrollo, a región que desarrolla el subdesarrollo ya obtenido, Guillermo se encarga de elevar el listón.
A tal fin, el primer ministro extremeño, y su Consejo de notables, se reunieron en Mérida en sesión extraordinaria, los días 14, 15 y 16 de Enero de 2008 y parieron lo que definieron como “QUINCE PLANES DE INVERSION PARA LA SEGUNDA TRANSFORMACION DE EXTREMADURA” plasmado en un documento en cuyo inicio se afirma:
“Invertimos en Extremadura 12.350 millones de euros (2,1 billones de pesetas) en un plan de Infraestructuras que transformará nuevamente nuestra región”.
El periodo fijado para el Plan, eran ocho años, 2008-2016.
Tal Plan, preveía en realidad una inversión de 19.250 millones de euros (3,3 billones de pesetas), pues el Estado añadiría 6.900 millones de euros a los 12.350 que aportaría la Junta de Extremadura.
La “TRANSFORMACION” se dividía en “15 planes sectoriales” a desarrollar en ocho años.
A su vez los susodichos 15 planes sectoriales, llevaban aparejadas 150 medidas aprobadas por el Consejo de Gobierno (14,15,16 de Enero 2008), donde hay de todo, como en botica, sin un ápice de realismo o veracidad.
No es necesario incidir sobre los resultados durante 2008, de la segunda transformación de Extremadura, excepto resaltar que, en realidad es coincidente con la primera, o sea un completo fracaso, en este caso durante el primer periodo anual.
A la vista de cómo transita la referida segunda transformación, Guillermo y su equipo de “enteraos”, se reúnen otra vez de forma “extraordinaria”, en conciliábulo los días 16 y 17 de Enero de 2009 y justo un año después de la declaración de intenciones del año 2008, confeccionan un documento que literalmente expresa “ En un contexto económico como el que vamos a tener en 2009 (...) se adoptan una serie de compromisos y decisiones organizativas”.
Y ¡zás!, se despachan con 38 medidas (12.000 empleos a crear, entre ellas), y con un Plan de Inversiones de todo tipo para 2009 .
¿Y qué dicen de lo programado un año antes? NI PIO, aquí cada año se toca una canción que pretende ser nueva, porque se cambia algo la música, pero la letra es siempre la misma, y se confía en la amnesia histórica del extremeño y en su falta de información.
Asombra la capacidad de manipular que es consustancial a Guillermo y a su grupo político, careciendo todos de la más mínima intencionalidad autocrítica.
Este hombre que desde su inicio como gobernante ha cosechado 25.000 nuevos parados, suscribe planes donde promete crear 12.000 empleos en el ¡presente año! con la economía en niveles de depresión incomparables, sin el más mínimo pudor y, olvidando intencionadamente sus promesas de mayo de 2007, esencialmente la referida a la creación de 60.000 empleos.
Obviamente la conclusión a la que irremediablemente se llega, a la vista de esta irresponsable e ilegítima conducta es que hoy como ayer, a los gobernantes extremeños (1982-2009), les importa un pito el pueblo extremeño.
Tienen un rostro de hormigón armado de máxima dureza, y al efecto recordemos también las declaraciones de la “Vice” Dolores Aguilar el 15 de enero de 2009, presentando el balance de gestión de 2008, como un éxito , para lo cual sin el más mínimo atisbo de escrúpulos morales, tergiversa, no reconoce nuestra precaria situación socioeconómica, manipula y resalta cínicamente aspectos secundarios de la hipernegativa realidad extremeña que intenta ocultar patética y desvergonzadamente.
Y todo ello nos viene a decir, a voz en grito, que esta gente que gobierna la región, más deprimida social y económicamente de España, consecuencia ya actualmente de 26 años de caciquismo, supedita todo a su permanencia en el poder y continuará aplicando a su política los mismos factores que antaño, para obtener electoralmente lo que objetiva y moralmente, y en justicia no les corresponde. Esto es, factores que suponen aplicar a su conducta política y gubernamental el clientelismo caciquil, la manipulación informativa a mansalva, la publicidad engañosa por doquier, adobado todo con el carácter represor que caracteriza a este Régimen podrido y autodegradado, porque son conscientes que desarrollo económico y permanencia sine die de un Régimen autoritario injusto y caciquil como el suyo, es una contradicción. Su caldo de cultivo electoral son la ignorancia, la marginalidad y el apesebramiento, todo ello en perjuicio de nuestra tierra y de la mayoría de sus habitantes.