La culpa es de Putin, que amenaza con invadirnos
Dijo Sánchez hace unos días que hay que estar preparados para cualquier escenario. Será porque el compromiso de llegar al 2% del PIB en gastos de Defensa se reafirmó en la Cumbre de la OTAN en Madrid, junto a la promesa a cumplir sí o sí (sin esperar a los Presupuestos del 2023) de 1.000 millones. Se supone que el dinero no va a venir volando desde otro «escenario».La deuda gigantesca que padece España con una inflación desbocada que hace restar poder adquisitivo a los trabajadores (recordemos que CC.OO y UGT vienen negociando convenios por debajo del aumento de la coste de la vida), no les parece suficiente a los administradores del Régimen.
Ahora habrá que añadir la necesidad de alimentar a la industria armamentística, de colocar a la Base de Rota en la diana al pertrecharla de logística militar de última generación y de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pueda seguir siendo alabada por los sectores más reaccionarios, para pelear para el PSOE los votos de la derecha.
Es evidente que serán los sectores públicos (sanidad, educación, justicia…) los que paguen los nombrados millones. La única incógnita es la respuesta que tendrá este nuevo recorte de derechos y futuro. Es posible que en las próximas semanas nos manden a Sumar y a escuchar aquello de que con 9 diputados más podemos conseguir revertir las cosas, junto a nuestro hermanos otanicos y socialdemócratas. Los trabajadores y trabajadoras tienen la palabra.