LOS MAYORES ENEMIGOS PÚBLICOS DEL PUEBLO EXTREMEÑO

ANTONIO MARCELO VACAS. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), año 2021, publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Extremadura está a la cabeza nacional de riesgo de exclusión social y de pobreza. Un 38,7% de los extremeños está en riesgo de exclusión social, diez puntos más que la media nacional, y un 32,3% está en situación de riesgo de pobreza, once puntos por encima de la media nacional. Paralelamente los ingresos medios por persona (9.500 euros) son los más bajos de todas las Comunidades, así que hoy, como en 1983, cuando Extremadura se convirtió en Comunidad Autónoma, con 36 años gobernando la región el PSOE, y 4 el PP, la miseria y la marginación dominan el panorama socioeconómico regional, donde el 42% de los extremeños no puede salir de vacaciones, y un 49% no llega a fin de mes con sus ingresos.
Los ingresos medios anuales más elevados (en 2020) se dieron en País Vasco (15.544euros por persona), Comunidad Foral de Navarra (15.269) y Comunidad de Madrid (14.836).
Por su parte, los más bajos se registraron en Extremadura (9.500euros por persona), Región de Murcia (9.931) y Andalucía (9.915).
En cuanto a las tasas AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social, las más elevadas se dieron en Extremadura (38,7%), Andalucía (38,7%) y Canarias (37,8%).
En el lado contrario, Comunidad Foral de Navarra (14,7%) yPaísVasco (16,0%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.
Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Extremadura (32,3%), Andalucía (32,3%) y Canarias (28,4%).
Comunidad Foral de Navarra (9,8%) y País Vasco (12,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.
En cuanto al PIB per cápita regional año 2021, fue de 18.301 euros, alejado de la media nacional (23693 euros) y no digamos de Comunidades como Madrid (32.048 euros) País Vasco (30. 401 euros) o de la media UE-27 (28.890 euros).
Esta situación económica, es determinante en la situación demográfica extremeña, con una población en retroceso, y progresivamente envejecida. Así desde el año 2000 al 2021, el crecimiento vegetativo de la población extremeña fue negativo, mueren más personas que las que nacen (en 2021, ocurrieron 7.238 nacimientos y 12.333 defunciones). El número de hijos por mujer en Extremadura fue de 1,19, el menor del país, y la emigración de los jóvenes extremeños es creciente ante la falta de oportunidades para el empleo, especialmente para los más cualificados, que ofrece Extremadura.
A la deprimida situación regional, que es estructural porque los últimos 40 años la política extremeña se ha enfocado hacia el clientelismo y el caciquismo, en lugar de transformar el modelo económico invirtiendo y creando industria en lugar de volcarse en gastos corrientes, y el enchufismo descarado , se une agravándola, el regresivo panorama económico nacional, con un encarecimiento brutal del coste de la vida, y una precariedad laboral como la que encubre la última reforma laboral, que obviamente incide de forma más agresiva, sobre los españoles más pobres, los extremeños.
En definitiva, nos movemos en un modelo sistémico, de desarrollo del subdesarrollo, que se aprecia no solo en el aspecto económico, que determina el nivel de vida regional, sino que se extiende a todos los ámbitos, sociales, informativos, institucionales, políticos, burocráticos, religiosos, y judiciales, esencialmente, donde el retraso socioeconómico y cultural, se hace patente.
Podemos decir ya, que, por mérito de sus dirigentes, Extremadura es, TERCER MUNDO.