LO PEOR DE LO PEOR, QUE PUDO OCURRIRLE A EXTREMADURA
ANTONIO MARCELO VACAS. En su intervención de ayer en el Foro de Santander, el presidente extremeño, al que políticamente sufrimos desde 1995 los residentes de esta región, auguró, una vez más, un futuro idílico para la economía extremeña, y por ende para los extremeños, eso sí, en función como siempre, de las subvenciones que nos llegarán, provenientes de la UE. Subvenciones, que no han dejado de llegar desde 1986 a Extremadura, pese a lo cual, su modelo económico no ha cambiado en 40 años, la población disminuye y envejece, y el personal cualificado emigra profusamente, porque las transferencias exteriores se han gastado masivamente en enchufar y subvencionar para mantener un mercado cautivo de voto clientelar, y en hacer carreteras con un tránsito australiano, campos de fútbol, piscinas, plazas de toros y jardines, dentro de la política “Pan poco circo mucho” practicada por la Junta de Extremadura.
Sin embargo, Vara, nuevamente, intenta engañar a los extremeños, prometiendo subidas del PIB, de un PIB que ocupa en el ranking nacional, el puesto 17 de 17 autonomías desde 1983, y supone un 1,4 % de la producción nacional desde 1985, lo que prueba un crecimiento económico nulo. Ahora tiene la desfachatez de afirmar que se producirá un flujo inmigratorio en Extremadura, o sea importaremos mano de obra…puestos a disparatar…porque vamos a ser la California española, por lo cual sería necesario hasta cambiar la legislación migratoria y "echarle billetes " a la Formación Profesional regional. La monda.
Paralelamente hoy conocemos que el desempleo registrado en Extremadura, muy por debajo del real, ha crecido en enero en 3.063 personas, un 3,32 %, mientras que el paro a nivel nacional subió un 0,55%, y ello sin ninguna presión demográfica, y constituyendo gran parte el empleo, trabajos en precario, y autónomos que meramente sobreviven, todo ello sobre un obsoleto micro tejido empresarial improductivo, por sus dimensiones y tecnología, y una agricultura de mera supervivencia. Ahora como hace 30 años.
Y en el colmo del cinismo, Vara aseguró que las comunicaciones extremeñas eran ideales, vino a decir, cuando estamos aislados, y ayer mismo se estropeó otro tren en Extremadura, algo que acabará no siendo noticia en esta región dado lo habitual del suceso. La economía extremeña es un yonqui que para no tener el mono (paro desbocado pese a su escasa población) necesita una inyección sistemática de subvenciones exteriores, no solo de la UE sino provenientes de la redistribución fiscal, porque producir y crear riqueza, produce poco y no crea riqueza alguna, por eso las estadísticas de las últimas tres décadas, reflejan que el mayor índice de pobreza nacional, entre el 35 y 40% de la población, se encuentra en Extremadura.
En esta región, no existirían Presupuestos, si no se nutrieran sus fondos de transferencias del exterior, que se gastan en un 45% en pagar a funcionarios y políticos regionales, y si sienten curiosidad, por conocer en que gasta Vara sus presupuestos cotidianamente, lean durante una semana su DOE, verán que es meramente un gestor, y además pésimo, y no un inversor.
Ni Vara, ni su padre putativo Ibarra han hecho nada por Extremadura, todo lo contrario en los casi 35 años que lleva durando su Régimen caciquil, que prácticamente enlazó con los 40 años de franquismo, ideología preferida por Vara dada su militancia en su día, en un partido franquista, y además de casta le viene al galgo, su padre fue nombrado Juez por el “Generalísimo” el tenebroso año 1945, (al enano genocida de voz aflautada, pero de ego monstruoso, y cuya inclinación sexual está puesta en duda, no le bastaba con ser general). Porque Vara, llegar donde llegó, fue casualidad, ya que ZP vetó en 2007, a Ibarra, y para compensarle le permitió elegir a su sucesor.
¿Y a quien eligió Ibarra? Pues, en sentido figurado, a quien, en los periodos en que Vara e Ibarra compartían vecindad en una pedanía de Olivenza, donde ambos tenían una propiedad, Vara iba cotidianamente a su domicilio, en una época difícil para Ibarra, porque su mujer le había abandonado, a limpiarle los zapatos, a servirle el desayuno, hacerle recados y a lo que se le ocurriera mandar. Para Ibarra, hombre de no excesivas luces, y que su carrera política a su vez la debe a su servilismo hacia Alfonso Guerra, no a méritos propios, Vara era el candidato ideal, su correveidile, el niño de los recados, al que no dudada controlaría, pero se equivocó, porque Vara solo es servil, mirando a los de arriba, lo ha demostrado hasta la saciedad, ahí están Susana Díaz y el mismo Pedro Sánchez, para acreditarlo, pero los de abajo le resbalan, como pasó a ser Ibarra,una vez adquiere Vara su estatus de presidente regional, en adelante, su mentor se la trae floja , pese que alguna vez le haya homenajeado, y le mantenga la “oficina del presidente” con servicios pagdos por la Junta de Extremadura, incluidos, por lo cual, considerando que chupa de los fondos públicos desde 1977, lleva 42 años en tal menester, lo cual, aunque se añada que pasó de maestro a profesor universitario, con ejericio casi inexistnte, mientras era presidente de Extremadura, no le impide dar clases públicas de “moralidad.” Como ocurre con los amorales González y Guerra.
Vara es la quintaesencia del cobista, siempre le ha aterrado volver a su profesión de forense apenas practicada, por eso al ganar las elecciones de 2019, con mayoría absoluta, lo cual es reflejo del “vivan las caenas” que practica una parte del desvertebrado electorado extremeño, en parte por ignorancia, en parte por el amiguismo, clientelismo, enchufismo y nepotismo Marca Extremadura, la primera medida que tomó fue derogar la norma que impediría su reelección como presidente, en el año 2023, por tercera vez, así que pronto dio a conocer su proyecto de envejecer en el cargo, porque tal año cumple 65 años, pero de jubilarse nada, pasaría a cobrar como pensionista, algo así como un tercio de sus ingresos mensuales como jefe del ejecutivo regional. Y es muy pesetero.
Así que, el panorama extremeño es siniestro, porque la otra derecha, el PP, es como la cara de la moneda cuya cruz ocupa el PSOE, lo demostró cuando ganando las elecciones de 2011, debido a la degeneración socialista, no porque Iván redondo disfrazara de bombero a Monago en 2011, que solo ha apagado un fuego en su vida, y desde 1991, vive de la política, despilfarró de la manera más vil, una oportunidad para democratizar la región, y alternar la política caciquil con otra a favor del pueblo, pero iniciaron su mandato en julio de 2011, con un PEF, Plan de Empleo Familiar, y en todo lo malo imitaron al PSOE, causando la frustración y el desencanto general entre sus electores.
Monago, acabó su mandato acusado con pruebas de ir a Canarias periódicamente, a visitar a su amante pagando viaje y estancias el Senado, a donde ha sido devuelto el susodicho, como sinecura, y compensación a que ya no será candidato a la presidencia regional en 2023, porque está más que quemado.
¿Y Podemos? Pues, Alvarito Jaén mamporrero de Pablo Iglesias en Extremadura, se cargó al partido, antes de izquierdas, al irse a hacer los madriles por orden de Pablo su mentor, enterrador a nivel nacional de este Movimiento, porque nunca ha hecho lo que dice, ni dice lo que hace, cuya jeta debería patentar porque su dureza supera a la del hormigón y el diamante, estando en trance a apuntalar la caída del partido, una tal Yolanda Díaz, que un día va vestida de Chanel, otro de Dior, otro de Carolina Herrera, y cuya única ideología, al margen de la que predica, ora comunista, ora socialdemócrata ora liberal es realmente mantenerse en la mamandurria, porque está encantada de consumirla, teniendo cada día más difícil, venderle la moto de izquierdas al electorado.
O sea que la única posibilidad existente para quienes deseen un cambio en la subdesarrollada Extremadura, social, política, económica, cultural, funcionarial, judicial, y democráticamente hablando, es rechazar cualquier tentación de votar a la derecha del Régimen del 78, PPSOE, porque el PSOE no es un mal menor, ni representa un voto útil, como tienen demostrado, pese a su intento camaleónico de disfrazarse de izquierda, a los fascistas de VOX ya sabemos de donde les vienen los votos, y en cuanto a Podemos, son ya tan desconfiables como sus socios a los que respaldan en su política antidemocrática, pese a que intenten disimular con algunas propuestas demagógicas, que poco cambian la política reaccionaria global del PSOE.
Pero opino que, pese al panorama descrito, antes de acudir a la abstención, posición muy respetable dado el paño en venta, es preferible seguir votando a los partidos de izquierdas, donde ya no se encuentra Podemos, que se presentan a las elecciones. Por ahora, y a esperar que el fenómeno Podemos, no vuelva a ocurrir (muy parecido al “cambiazo” socialista de 1982), porque desgraciadamente, el suceso, ha tenido determinantemente más que ver, con sus ambiciosos y despóticos dirigentes, que, con sus bases, tal y como en 1982 ocurrió con el PSOE, recreado por “Isidoro-Míster X”, y “mienmano-el Canijo”, dos buenas piezas.
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