Marcos Pardeiro
Existen muchas maneras de plantear una reforma. Puede decirse que es conveniente pero no urgente, puede decirse que es precipitada o puede decirse que es «imprescindible». Esto último es lo que hizo ayer el presidente de Unió Democràtica y secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, al hablar sobre el sistema electoral.
Desde hace años, el líder nacionalista aboga por imitar el modelo de los alemanes, que disponen de dos votos en los comicios, uno para elegir al diputado de su distrito electoral y otro para apoyar la lista de un partido. Ahora, en plena crisis política, ha llegado el momento de que los catalanes también puedan hacerlo.
«La gente hace mucho tiempo que está harta de no tener otra posibilidad que la de elegir una lista cerrada que previamente ha determinado el partido político correspondiente», alertó Duran Lleida en su carta web semanal. La opinión del líder de Unió enlaza con el debate que mantuvieron esta misma semana José Montilla y Artur Mas. Ambos se comprometieron a poner de su parte para acabar con listas cerradas. La corriente en favor del cambio parece imparable.
El sistema alemán, señalado por PSC y CiU como un modelo a tener muy en cuenta en Cataluña, abre una nueva dimensión en las elecciones. «Acabaríamos con las listas cerradas y en la medida que hiciésemos de cada comarca una circunscripción electoral, obligaríamos al político, al cargo electo, a acercarse a la ciudadanía», explicó.
Ciertamente, una reforma de este estilo restaría poder a los partidos, puesto que el diputado electo por cada distrito estaría más obligado a rendir cuentas ante su electorado que ante la cúpula de su partido.
Ahora bien, el problema es poner de acuerdo a dos formaciones que tienen intereses antagónicos en el territorio de Cataluña. CiU defiende a ultranza las circunscripciones comarcales –los nacionalistas acostumbran a ganar en la gran mayoría de ellas en los comicios autonómicos–, mientras que el PSC abandera el criterio de la población por encima del de la representación territorial. «Me temo mucho que los socialistas quieran plantear la reforma electoral sólo para incrementar su peso metropolitano y que se diga que nosotros nos oponemos sólo para defender nuestro peso territorial», confirmó.
El divorcio con la sociedad
Sea como fuere, Duran Lleida no tiene ninguna duda de que algo hay que hacer para evitar que la distancia entre la política y la sociedad siga creciendo. «La ciudadanía está hasta el gorro de que los políticos nos acusemos los unos a los otros de manera permanente y hagamos del adversario objeto de destrucción», opinó. Esto y no tanto escándalos como el del Palau de la Música o el del caso Pretoria es lo que provoca, según el líder de Unió, el divorcio con la sociedad. Ni siquiera la financiación de partidos, añadió, es lo que enoja al ciudadano.
La forma del voto electoral
Duran Lleida aboga por que Cataluña imite el sistema electoral alemán de doble voto
- En el primer voto se escoge el nombre de un solo diputado entre los candidatos que se presentan a título personal –y no junto a sus compañeros de partido– a una circunscripción (barrio o comarca)
- En el segundo voto los electores escogen una lista cerrada de entre todos los partidos. Los partidos obtienen un porcentaje de escaños proporcional al porcentaje de segundos votos obtenidos.
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