Luis Villajos."Hoy es un día triste, el día más difícil que he vivido en este Parlamento como ministra". Así ha resumido este jueves la titular de Igualdad, Irene Montero, su frustración por la corrección de su norma 'estrella', la Ley del 'sólo sí es sí', a instancia del PSOE y con el apoyo del PP. Una rectificación en toda regla con sabor a reprobación de una ministra que ya hace tiempo fue desautorizada por el propio Pedro Sánchez.Cuatro meses desde que entrara la norma en vigor tardó en romper su silencio el presidente del Gobierno ante lo que era una evidencia, una alarmante rebaja de penas a centenares de delincuentes sexuales, decenas de ellos excarcelados. "Resulta evidente que transcurridos unos meses de su entrada en vigor la ley ha tenido algunos efectos indeseados en su aplicación.
Digo efectos indeseados y me quedo corto", señalaba Sánchez el pasado 7 de febrero. Para aquel entonces 463 agresores sexuales se habían visto beneficiados por la ley de Irene Montero y más de 30 habían sido liberados de prisión, hoy son ya casi 1.000 las rebajas de penas, 978, y más de 100 las excarcelaciones, según señaló la semana pasada el CGPJ.
La respuesta de Igualdad y de Podemos a este incesante e insoportable goteo de rebajas de condenas fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Sánchez y de los socialistas. Sin ningún tipo de autocrítica y sin pedir perdón a las víctimas, Irene Montero, parapetada por su 'número dos' Ángela Rodríguez 'Pam' -la misma que se burló de esta ola de revisiones de condenas- y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, así como otras figuras de la formación morada como Ione Belarra se dedicaban a repetir una y otra vez el mismo mantra: la ley es perfecta y la culpa es lo de los jueces machistas y de la derecha judicial, mediática y política.
Ante esta actitud y el inmovilismo en las negociaciones con su socio, Sánchez dio un golpe en la mesa y ordenó a los socialistas registrar el pasado 5 de febrero en el Congreso una reforma unilateral de la ley del 'sólo sí es sí'. La iniciativa socialista, aprobada este jueves, contempla, entre otras medidas, la modificación de la horquilla de penas para la agresión sexual con violencia e intimidación de forma que este delito eleve su castigo en hasta dos años de prisión, con respecto al texto de la norma del 'sí es sí', impulsada por el Ministerio de Igualdad.
El movimiento del PSOE no gustó en las filas moradas. Igualad y Podemos acusaron a los socialistas de ceder a las presiones de la derecha y de destruir el 'corazón' de la norma, el consentimiento, al volver al 'Código Penal de La Manada'. Una afirmación que ha desmentido este jueves el propio Tribunal Supremo recordando en una nueva sentencia -al menos la tercera en este sentido- que, aunque hasta la Ley del 'sólo sí es sí' no ha habido una definición legal del consentimiento en los delitos sexuales, "siempre" ha sido necesaria la ausencia del mismo para incurrir en este tipo de ilícitos.
Aunque el PSOE tendió desde el principio la mano a sus socios para llegar a un acuerdo para la reforma, la falta de avances le llevó a buscar el apoyo del PP, llegando a un acuerdo en tan solo 48 horas. Unidas Podemos, por su parte, trató de armar una suerte de alianza con Bildu y ERC para presentar sus propias enmiendas a la iniciativa socialista que no prosperaron.
De nuevo abandonada en el hemiciclo
Este jueves se ha repetido en el Congreso casi la misma imagen que tuvo lugar el pasado 7 de marzo, el día que fue tomada en consideración la reforma socialista, con una Irene Montero, sola y abatida en el hemiciclo, únicamente arropada por su compañera de gabinete y líder de Podemos, Ione Belarra. A diferencia de aquella jornada, este jueves sí estuvo presente la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, así como algunos ministros socialistas como la de Justicia, Pilar Llop, o la de Hacienda, María Jesús Montero. El gran ausente ha vuelto a ser Sánchez, quien no ha acudió ni al debate ni a la votación.
La ruptura entre el presidente y su ministra de Igualdad ya se hizo patente un día después, el 8 de marzo, cuando le dio plantón en el acto institucional por el Día Internacional de la Mujer. Una imagen que se repitió aquella tarde cuando Irene Montero y las ministras socialistas acudieron a la misma marcha en la capital aunque tras pancartas separadas. En aquella manifestación, la ministra de Igualdad aseguraba que no iban a dar "un paso atrás" en la defensa de los derechos de las mujeres.
Sin acuerdo de última hora entre los socios del Gobierno y con un exceso de decibelios, ocurrió este jueves lo que se esperaba: la ministra de Igualad veía desde la tribuna como el PSOE corregía el 'sólo sí es sí' con el apoyo del PP y otras formaciones como Cs, PNV, CC, UPN y PdeCat. Pese a perder el pulso, Irene Montero no estaba dispuesta a bajar la cabeza sin morir matando y ha decidido tomar la palabra en una intervención no avisada, que tampoco ha pillado por sorpresa en las filas socialistas.
Desde la tribuna y en un tono muy duro, la ministra de Igualdad ha prometido "seguir adelante" en la defensa de la Ley del 'sólo sí es sí', tildando la reforma como un "retroceso" al Código Penal anterior. Irene Montero ha reconocido que hoy es el día "más difícil" que ha vivido en la Cámara Baja porque costó "muchos años de movilizaciones de lucha feminista, de trabajo en el Gobierno y en el Parlamento poner el consentimiento en el centro", pero ahora "estamos volviendo a escuchar que el consentimiento es un teatro".
Para Irene Montero, la propuesta de reforma del PSOE "basa la credibilidad de la víctimas en las heridas que tiene sobre el cuerpo" y convierte a las mujeres que no pueden probar la violencia en "víctimas de segunda". "España es el primer país de Europa que después de cumplir con el convenio de Estambul va a dar un paso atrás", ha denunciado. La titular de Igualdad también ha afeado al PSOE la falta de acuerdo con el bloque progresista de la investidura, pese a que, en sus palabras, Unidas Podemos ha buscado el pacto "por encima de sus posibilidades".
"Dicen que hacen esto para resolver el problema, pero saben que ninguna reforma va a evitar las decisiones judiciales de rebajas de condenas", ha aseverado Montero, quien ha pedido a los socialistas que se pregunten por qué el PP apoya esta modificación. "Quizá si hoy votan a favor es porque esto no es un avance, sino un retroceso para los derechos de las mujeres", ha advertido.
Una intervención tras la que Montero ha recibido el aplauso en pie de todo su grupo parlamentario, incluyendo el de Yolanda Díaz; así como el de los representantes de ERC y de la portavoz de Igualdad de Bildu, que aplaudieron sentados en su escaño. Estas dos últimas formaciones también se han mostrado muy críticas con los socialistas por alejarse del bloque progresista de la investidura. Los diputados del PSOE, por su parte, no han celebrado haber sacado adelante su iniciativa en una votación que han admitido que ha sido "dolorosa", aunque han recalcado que "más dolorosas son las reducciones de condenas".
La traumática reforma del 'sólo sí es sí' supone además la última bronca y la más grave entre los socios del Gobierno. Una nueva tensión que en ningún caso romperá una coalición que vuelve a salir más tocada aunque no hundida con esta crisis.