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Según el conocido digital estadounidense "Inquisitr", un periódico que cuenta con la friolera de 40 millones de visitantes únicos mensuales, la Inteligencia británica conocía los planes de Arabia Saudita de acabar con la vida de Jamal Khashoggi. De acuerdo con esas mismas fuentes, la Monarquía feudal saudita trataba de evitar que Khashoggi revelara datos sobre el uso de armas químicas por parte su país en el Yemen. Un informe del "United kingdom Express" indicaba que la Gran Bretaña sabía con tres semanas de antelación que Arabia Saudita había planeado asesinar al periodista del Washington Post .
"Al principio nos informaron que algo iba a suceder en la primera semana de septiembre, aproximadamente tres semanas antes de que el Sr. Khashoggi ingresara en el consulado el 2 de octubre, aunque tomó más tiempo para que surgieran otros detalles", dijo la fuente de inteligencia anónima a la periódico.
“Estos detalles incluían órdenes primarias para capturar al Sr. Khashoggi y traerlo de vuelta a Arabia Saudita para ser interrogado. Sin embargo, se contaba igualmente con la posibilidad de otras "alternativas" para solucionar lo que se consideraba un gran problema ".
Al parecer, según estas fuentes, los Servicios de Inteligencia británicos interceptaron comunicaciones provenientes de un "miembro del círculo real" para proceder a la detención Khashoggi y devolverlo a Arabia Saudita. La implicación consistía en que Arabia Saudita podría matar a Khashoggi una vez que fuera devuelto al país del que había estado exiliado durante los últimos dos años.
El funcionario informante mantiene que la inteligencia británica también sabía el día anterior al asesinato de Khashogli, que un grupo de agentes saudíes había viajado a Estambul. Según el mismo funcionario, se trató de que Arabia Saudita supiera que estaban al corriente de criminales intenciones en relación con Khashoggi.
"A través de los canales, advertimos que esto no era una buena idea. Los acontecimientos posteriores demostraron que nuestra advertencia fue ignorada", aseguró la fuente.
Después de varias semanas de negaciones y de una explicación inicial de que Khashoggi fue asesinado después de una pelea a puñetazos, los funcionarios de Arabia Saudita admitieron esta semana que el asesinato de Khashoggi fue premeditado.
El informe arroja nueva luz sobre esas negativas iniciales, que aparentemente se produjeron cuando los miembros de Inteligencia ya sabían la verdad sobre su asesinato. También revela un posible motivo, ya que Arabia Saudita pudo haber estado tratando de evitar que Khashoggi publicara una historia periodística en la que pusiera al descubierto el uso de armas químicas en las acciones militares su país en el Yemen.
Hay otras pruebas que evidencian que el equipo enviado a Estambul para interceptar a Jamal Khashoggi en el consulado saudí, fue enviado allí con las órdenes explícitas de proceder a su asesinato. El informe revela, asimismo, que el equipo que acabó con la vida de Khashoggi fue interceptado, mientras "celebraba" el éxito de la operación a bordo de un taxi, mientras trataban de abandonar Turquía.
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