Teresa Lázaro
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó la semana pasada el decil de salarios del empleo principal a partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) con cifras muy interesantes sobre los sueldos en España. Una de las cosas más llamativas es la diferencia que existe entre los salarios del sector público y los del sector privado. Y es que en 2017 el sueldo medio de los funcionarios superó en un 50% el de los empleados del sector privado.El propio INE hace referencia a la gran diferencia que hay entre los dos colectivos y asegura que los casi 900 euros que hay entre un salario y otro se explican por la diferente estructura ocupacional, el mayor peso de los trabajadores con estudios superiores en el sector público, la menor proporción del empleo a tiempo parcial y la mayor antigüedad.
La diferencia ha existido siempre y se ha acentuado en los últimos años. Y es que, mientras que los salarios del sector privado han permanecido prácticamente congelados desde 2012, los del sector público han subido casi un 7% en los últimos cinco años. En 2012 la diferencia era de 740 euros. En 2017 rondó los 900 euros.
La diferencia se nota por arriba y por abajo. Menos del 6% de los empleados del sector público cobra menos de 1.000 euros, un porcentaje que supera el 23% entre los trabajadores de la empresa privada. En cambio, el 62% de las personas que trabajan para la administración cobra más de 2.100 euros brutos al mes, cifra que baja al 23% en el sector privado.
Si metemos a todos los trabajadores en el mismo saco la conclusión es bastante dura: tres de cada diez españoles ganaron menos de 1.230 euros brutos al mes el año pasado. Aún así, el salario medio mensual fue de 1.889 euros en el año 2017, un 0,6% más alto que en 2016. Pero cuidado, el salario mediano (que divide al número de trabajadores en dos partes iguales) se situó en 1.590,3 euros, 4,2 euros menos que en 2016.
De hecho, el salario mediano lleva tres años ajustándose, mientras que el salario medio volvió a repuntar en 2017 tras el bajón que pegó en 2016. En el gráfico siguiente se muestra la evolución del salario medio y del mediano para el periodo comprendido entre los años 2012 y 2017.
El problema de los sueldos bajos se acentúa entre las mujeres, los menores de 25 años y los trabajadores temporales. Por ejemplo, el salario medio mensual de los trabajadores indefinidos superó los 2.000 euros brutos en 2017, pero el de los temporales no llegó ni a 1.400 euros. De hecho, la mitad de las personas con contrato temporal ni siquiera superó los 1.230 euros, un porcentaje que baja al 23,4% en el caso de los que tienen más estabilidad en el empleo.
Por sexos, el 15,1% de las mujeres ganaron menos de 717,2 euros brutos al mes en 2017 y un 13% percibió un salario bruto de entre 717,2 euros y 1.001,8 euros al mes. En los hombres, en cambio, estos porcentajes bajan al 5,3% y el 7,3%, respectivamente.
El drama del tiempo parcial
Pero quizá la diferencia más llamativa la vemos en el tipo de jornada. El 35,8% de los asalariados a jornada completa ganó, al menos, 2.136,3 euros mensuales en 2017 y el 18,1% percibió menos de 1.230,9 euros. En cambio, los sueldos de los trabajadores a tiempo parcial son tremendamente bajos: casi el 90% ganó el menos de 1.230,9 euros al mes y solo el 1,3% cobró 2.136,3 euros o más.
Con estas cifras, el salario medio bruto de los trabajadores a jornada completa alcanzó los 2.120,8 euros al mes el año pasado, casi tres veces más que los asalariados a jornada parcial (731,4 euros), aunque hay que tener en cuenta la diferencia de horas trabajadas. El mayor problema es que muchos de estos trabajadores a tiempo parcial querrían, en realidad, trabajar a tiempo completo y no pueden.
Los salarios más bajos se concentraron en el personal doméstico y la agricultura, ganadería y pesca, sectores en los que el empleo a tiempo parcial es más habitual. En cambio, las remuneraciones más elevadas se dieron en las actividades financieras, los empleados de la educación y los que trabajan en la administración pública.