Ecologistas en Acción
Ecologistas en Acción de Extremadura pide la paralización cautelar de la central nuclear ante la falta de garantías de que las bombas de refrigeración puedan actuar con normalidad. La organización lleva años denunciando públicamente los continuos fallos y anomalías en el funcionamiento de la central nuclear.
Según una información publicada por el diario El País ayer, tras una inspección realizada por técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) motivada por dos averías en los motores de las bombas de agua, los cinco técnicos que realizaron dicha inspección han concluido que no hay garantías suficientes de que el sistema de refrigeración pueda funcionar normalmente. El resultado de la inspección ha llevado a los responsables de Almaraz a reunirse con los del CSN este martes. La dirección técnica de dicho organismo no se ha pronunciado aún al respecto.
Según esta fuente los técnicos revelaron, el día 28 de enero, que el sistema de refrigeración no tiene garantías suficientes para su correcto funcionamiento, debido a las anomalías detectadas en los motores que ponen en marcha las bombas de agua de servicios esenciales. Dentro del CSN hay voces que mantienen que el reactor 2, que es el que está en funcionamiento ahora mismo, debería sufrir una parada inmediata para solucionar el problema. Sin embargo, la dirección técnica del CSN no ha dado instrucciones todavía y la reunión del martes no ha arrojado ninguna medida.
Esta inspección ha venido motivada por los fallos producidos en dos de los motores de las bombas a lo largo de los últimos cuatro meses. El sistema cuenta con seis motores para cinco bombas. Sin embargo, según la propia dirección de la central, las rutinas de supervisión de ciertos componentes de las bombas fueron eliminadas hace 19 años.
Fuentes de Ecologistas en Acción revelan que los fallos en el sistema de refrigeración de Almaraz son constantes e inherentes al diseño, que ha sido modificado en numerosas ocasiones sin éxito, dado que los cálculos originales no contaban con el aumento de temperaturas del embalse de Arrocampo que refrigera la central, ni tampoco estimaban la bajada de caudal de la red hídrica del Tajo que abastece al embalse. Nuestra organización muestra una gran preocupación ante la información revelada por los técnicos del CSN, que se han filtrado pese a las presiones políticas que interfieren en su trabajo a favor de los intereses de las centrales y en contra de la seguridad de los ciudadanos.
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