Begoña Galache

El presidente de Extremadura llegó a Zamora con el buen sabor de boca que, asegura, le dejaron los acuerdos alcanzados con su homólogo Castilla yLeón, Juan Vicente Herrera. Impulsor de un foro de diálogo y negociación entre las distintas regiones, Guillermo Fernández Vara analiza en la entrevista aspectos de máxima actualidad, como el modelo de financiación autonómica propuesto por el Gobierno. Horas antes de la celebración de la XXIV Cumbre Hispano-Portuguesa, el dirigente socialista reflexionó también sobre las relaciones con Portugal y la «necesidad» de abrir puertas a lo largo de toda la frontera con el país vecino.
- ¿Qué buscan los presidentes de las comunidades limítrofes con Portugal en una Cumbre Hispano-Lusa como la de Zamora?
- Se espera consolidar algo que viene siendo habitual en las últimas, y es esa identidad de España y Portugal de cara al futuro. Creo que hay un antes y un después de la entrada en la Unión Europea. A partir de ese momento los dos países pasan de ser vecinos a ser amigos. Y ese cambio de relaciones se percibe. Ahora es importante que se vaya concretando el desarrollo de infraestructuras comunes en autovías o alta velocidad, pero también en otras muchas materias. Debemos de avanzar en todas ellas.
- ¿Los gobernantes intentan ahora corregir los errores del pasado, con décadas de distanciamiento entre ambos países?
- Los gobernantes han estado viviendo absolutamente de espaldas y hay todas unas generaciones que han nacido en ese ambiente. Por fortuna se está superando. En política, aunque no es imprescindible ser amigo, es bueno al menos intentarlo siempre. Y en este caso el presidente Rodríguez Zapatero y el primer ministro portugués Sócrates tienen muy buena relación personal, igual que los ministros de España y de Portugal. Eso facilita mucho las cosas y elimina posibles obstáculos.
- ¿Qué hay de esa propuesta suya para crear un foro en el que los líderes autonómicos se reúnan al margen del Gobierno central y puedan llegar a acuerdos en temas que sean estrictamente de su competencia?
- Hasta ahora pensábamos que la España autonómica no estaría terminada hasta que se transfiera la última competencia a la última comunidad autónoma; transferir todo lo transferible. Pero cuando eso se termine quedarán cosas pendientes, y una de ellas es cooperar entre nosotros. Si sólo pensamos en los territorios no es necesario cooperar. Si pensamos en las personas de los territorios es imprescindible cooperar. Acabamos de firmar un acuerdo para que ciudadanos de Salamanca que están cerca de Extremadura puedan ser atendidos en centros de salud extremeños, o al revés. Eso es razonable porque hay que situar por encima de todo a los ciudadanos. Si eso lo entendemos bien vamos a tener toda una serie de cuestiones en las que debemos cooperar, desde las licencias de caza o pesca, los jóvenes que estudian en otras comunidades y a los que no se les reconoce la asistencia sanitaria porque no están empadronados, limitaciones para la libre circulación de empresas... Y eso está pendiente. Es algo que no está definido en la Constitución. Los presidentes autonómicos, de hecho, no nos vemos nunca. Buenos nos vemos pero normalmente en Europa. En España nunca excepto en la tribuna de La castellana el Día del Desfile de las Fuerzas Armadas. Pero sería necesario que nos viéramos más para resolver el problema de quienes están empezando a pensar en este país que las autonomías están muy bien, pero que son un obstáculo para desarrollar muchos de sus deseos.
- ¿Qué falla en el sistema cuando hay incluso quien habla de comunidades de primera y de segunda categoría?
- Creo que la Constitución española se hizo en un momento en el que ni siquiera los que la redactaron tenían muy claro hasta dónde llegaríamos en la construcción de la España autonómica. Estamos construyendo el Estado de las Autonomías sin que cuando se empezó existiera una idea clara de hasta dónde se podía llegar. Y eso hace que en este momento haya el deseo, por parte de algunos, de marcar diferencias. Yo más que comunidades de primera y de segunda preferiría hablar de protagonismos de primera y segunda. En la práctica no hay comunidades de primera y de segunda, porque muchas veces son más fuegos de artificio que otra cosa. Luego en la práctica, los hechos ponen de manifiesto que hemos ido todos bastante en paralelo. Pero lo que sí existen son esos protagonismos, porque hay algunos que quisieran marcar diferencias. Uno de los problemas de España es que algo que se pensó al inicio que iría a dos velocidades luego ha ido a una sola velocidad. Y eso ha podido molestar a los que han pensando que iban a ir en la velocidad más rápida. Pero al final, si hacemos todos un esfuerzo de generosidad y de poner por encima los intereses del conjunto sobre los individuales, podremos llevarlo a cabo.
- ¿Con tantos intereses y necesidades en común, no piensa que el diálogo entre Extremadura y Castilla y León quizá no ha sido hasta ahora precisamente fructífero?
- Es cierto que no ha sido fluido. Ahora estoy contento de acabar defirmar con el presidente Juan Vicente Herrera un acuerdo de cooperación en muchos ámbitos. Pero no ha sido fluido no entre Extremadura y Castilla y León, sino en general entre comunidades autónomas. No lo hemos percibido como necesario porque ahora mismo estamos más preocupados de mirar a Madrid que de mirarnos entre nosotros. Y yo creo que eso es lo que le falta a España, que las comunidades autónomas nos miremos unas a otras y veamos cómo podemos cooperar entre nosotras sin necesidad de que esté Madrid presente.
- En materia de infraestructuras hay reivindicaciones comunes, la más importante la línea férrea Ruta de la Plata.
- Por supuesto. Luego también está la viaria, que ha cambiado completamente las distancias, porque en apenas dos horas llegas ya desde Extremadura a Valladolid. Respecto a la línea férrea, nosotros vamos a pedir que en el Plan de Infraestructuras que este año se va a revisar se incluya, porque creo que eso forma parte de la concepción de la España transversal y no radial. Una buena conexión por carretera y por ferrocarril entre Asturias, Castilla y León, Extremadura y Andalucía articula todo el Oeste peninsular y es importante. Hay muchas personas que usan el tren, y si no se utiliza más es porque no lo hay.
- ¿Cree que finalmente será una realidad?
- Espero que sí. Si nos ponemos de acuerdo y lo priorizamos todos será una realidad, tarde más o tarde menos.
- En las comunicaciones con Portugal hay una autovía que afecta directamente a la provincia de Zamora, la A-11 hasta la frontera que enlazará la región directamente con Braganza y Oporto. ¿La considera clave en el mapa peninsular de comunicaciones?
- Es importante, porque cuantas más puertas se abran en la frontera más comunicación va a haber. Castilla y León, que está relanzando su relación con Portugal, va a comprobar hasta qué punto es importante abrir muchas puertas en la frontera. Eso es fundamental.
- ¿Qué ha sacado en claro de este último encuentro con el presidente de Castilla y León?
- Que por encima de las ideologías hay una preocupación que nos une en estos momentos a todos, que es terminar de construir bien la España autonómica. Aunque desde posiciones ideológicas diferentes, eso creo que lo compartimos, y tenemos la obligación de poner de nuestra parte todo aquello que nos permita avanzar. La constitución estableció un nuevo marco y una nueva ordenación en España, pero hay que terminarla quedándonos con todo lo bueno que esto tiene y eliminando todo lo malo o lo perverso que pudiera llegar a tener.
- ¿Ycree que ya hay quien ha tomado buena nota?
- Estamos en ese proceso, y creo que tenemos que intentar ver qué es lo que nos une y no lo que nos separa. Si en financiación o en cualquier otro ámbito nos pusiéramos primero a pensar en lo que nos une sería más fácil llegar a acuerdos. Lo que ocurre es que en España somos muy dados a escenificar inicialmente lo que nos separa, y eso hace que resulte más difícil llegar a acuerdos.
- El PP ha arremetido contra Zapatero por esa nueva propuesta de financiación autonómica, pero lo cierto es que las medidas que se han puesto sobre la mesa, de entrada, han satisfecho a muchos dirigentes populares. ¿Hasta qué punto puede afectar al proceso esta aparente contradicción?
- Efectivamente existe una contradicción. A algunos les gustaría que primaran las ideologías políticas, pero en el fondo lo que van a primar son los territorios, con lo cual vamos a encontrarnos muchas paradojas, como por ejemplo comunidades del PP apoyando con palmas y tambores el modelo de financiación, o con alguna del PSOE teniendo más reservas respecto al mismo.
- Y de un fondo a otro, el estatal de inversión local. ¿ Va a significar tanto para los municipios como augura el Gobierno?
- Por lo pronto es una magnífica oportunidad para poder hacer tres cosas al mismo tiempo, la primera crear empleo, y espero que los alcaldes, que tienen una amplísima experiencia, lo hagan bien para que se genere el máximo de empleo posible. Pero además, va a servir para mover todo el sector de la construcción y el sector auxiliar y, por último, para el cumplimiento de los programas electorales, porque muchos ayuntamientos estaban teniendo dificultades para desarrollar la parte de inversión de los presupuestos, y ahora pueden cumplir sus expectativas con estos fondos especiales.
- Las ayudas europeas llegan a su fin al alcanzar los índices de convergencia, pero ahora hay quien se lleva las manos a la cabeza. ¿Se han aprovechado bien estos fondos durante todos estos años?
- En general, en España se han aprovechado muy bien los fondos europeos. Yo muchas veces les digo a los comisarios europeos que si quieren ver un ejemplo de para qué ha servido Europa que vengan a Extremadura o a Castilla y León, para que comprueben que se ha hecho un uso adecuado de los recursos europeos.
- Usted es profesional de la Sanidad. ¿No le parece injusto con las pequeñas poblaciones del mundo rural el actual modelo sanitario?
- Tenemos una buena calidad de servicios y en cada pueblo hay un médico y un enfermero que presta atención. El problema está en los desplazamientos. En este país nos queda pendiente un gran pacto por el transporte en el medio rural para garantizar la accesibilidad a los servicios sanitarios esenciales.
«Celebro la victoria de Obama, pero temo que se han generado demasiadas expectativas»
- Si hace tan sólo un año le hubiesen dicho que un hombre de color se convertiría en el próximo presidente nada menos que de Estados Unidos, ¿lo hubiera creído?
- Si me dicen que Obama iba a ser el próximo presidente no me lo hubiera creído. Por supuesto celebro mucho que haya sido así.
- ¿Considera que se han levantado demasiadas expectativas de cambio en torno a una sola persona?
- Quizá lo único que me da miedo es precisamente eso, la gran cantidad de expectativas que ha despertado, porque sin duda habrá muchas frustraciones. Pero insisto en que hay motivos para celebrarlo. Con una persona que habla permanentemente de valores y de principios no puedo hacer otra cosa que estar de acuerdo.
- El Gobierno ha propuesto que Zamora sea sede de los preparativos de los actos con los que se van a conmemorar los 25 años de la entrada de España y Portugal en la Unión Europea. ¿Qué le parece la iniciativa?
- Por supuesto me sumo a ella. Todo lo que sea sacar de las grandes ciudades y núcleos de población estas celebraciones es bueno para todos, porque nos ayuda también a construir España.
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