Pepe Camello

Para aquel que no conozca (y padezca) la cotidianeidad de esta comunidad autónoma -es de suponer que bastante tendrá cada uno con la suya- la lectura de algunas informaciones "periodísticas" puede ponerle bastante al día, lo cual viene a ser lo mismo que echar un vistazo a una corajuda defensa de la estética y los ideales de los años cincuenta.
Desarmada y cautiva nuestra capacidad de sorpresa, aún quedan juntaletras capaces de asombrarnos con artículos no ya de corte, sino más propios de la resurreción del cronista del Azor. Vean si no la crónica siguiente, publicada en el diario de Vocento (propiedad de una compañía eléctrica, por cierto) sobre la inauguración (ayer mismo) por el caudillo de un puente con su nombre sobre el Guadiana. Los disparates y tareas peregrinas (contradicciones, les llama él) del ex-presidente extremeño -que dejan a los pusilánimes "intelectuales" extremeños tan fríos que podríamos dudar incluso de que no se deba a una criogenización en defensa propia y de su cartera- y su corte resultan tan tristes como las maneras de alcanzar su notoriedad. Así, avanza la crónica que el preboste se niega (sic) a los homenajes, a pesar de que abundan más que las estatuas ecuestres; se alardea de que el puente inaugurado se ha pagado a costa de un impuesto a las eléctricas ¡cuya devolución, intereses incluidos y ordenada por el Supremo, le está costando a los ciudadanos extremeños el sudor, ante la galbana de millares!; afirma además el abuelete encorbatado que socorre con su presencia en el acto inagurativo al "débil" alcalde que le sirve de anfitrión, objeto de una "agresión": no en vano plantó un chalé ilegal en terreno protegido y fue denunciado por ello, incluso por la administración. E insiste por fin en que cualquiera que se oponga al régimen lo hace ¡al mejor momento histórico de Extremadura! El delfín, a la sazón actual conductor del autobús con más de cien mil parados y una estrepitosa fuga de talentos, se regodea en su insignificancia. La que pretenden para todos sus gobernados, por supuesto. Dejó escrito Ortega que toda realidad que se ignora prepara su venganza. A estos le pillará, a buen seguro, preparando las maletas. A más de uno, le está pillando ya.
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