Félix Barroso Gutiérrez
Me trepa por mi cerebro, en estos días en que, echando la vista atrás, las trillas debían estar dando vueltas y más vueltas en torno a las parvas, un poema de José María Gabriel Galán realmente reaccionario, carlistón y ultraconservador. Es lo que tiene este vate nacido en el pueblo salmantino de Frades de la Sierra, cuyas sombras de ultracatólico y rancio encapotan las luces de su vena social y progresista, que también la tenía. Y ello pese a que sus versos sobre Las Hurdes y los jurdanos solo son un triste montaje de la casta de los ‘pidioris’ (mendigos de oficio), no de los auténticos jurdanos (pastores, labriegos, carboneros, colmeneros…) de aquellos años a caballo entre el XIX y el XX.
Nos consta que Gabriel Galán (la ‘i’ que se suele poner entre estos dos apellidos es toda una reliquia de prestancia aristocrática o de grandes hacendados de la tierra y, como tal, la suprimimos) no pasó nunca, en su lamentable corta vida, más allá de la villa jurdana de El Casar de Palomero. Pero él sí conocía a los jurdanos que bajaban de sus sierras, con sus caballerías, al pueblo cacereño de Guijo de Granadilla, donde residía, a vender castañas, cerezas y guindas, nueces y surtir de carbón de brezo las fraguas de la zona. Y las estampas que describió en sus estrofas no tenían que ver absolutamente nada con tales tipos campesinos ni con sus bravías montañas y sus estrechos valles.
Julio, el abrasador, aunque no es tan fiero el león como lo pintan. Ejido comunal lleno de hacinas y de parvas. Los versos se descuelgan del poema: ‘Deja la charla, Consuelo, / que una moza casadera / no debe estar en la era / si no está el sol en el cielo’. Andaría con ocho o nueve años. Mi abuelo paterno, viudo, buscaba a dos parientes mozos para que le echasen una mano en las labores de la trilla. Comían en nuestra misma mesa y bebían de nuestra misma jarra. Pedro y José Paniagua Santos. Sigue desgranándose el poema: ‘Mira que está oscureciendo, / que en las riberas lejanas / ya están cantando las ranas, / ya están las aves durmiendo’. Pedro y José, al soltar las bestias cuando el sol se iba escondiendo, se tiraban boca arriba sobre las pajas (prohibido radicalmente entrar calzado en la parva). Abrían los brazos en cruz y alzaban las piernas. Yo colocaba mis pies sobre palmas de sus manos, y las manos sobre plantas de sus pies.
Era el juego de la ‘catapunta’. Con impulso, me lanzaban, como pedrusco de una antigua petraria, y salía disparado, aterrizando sobre las aparvadas mieses. Rueda, con su queja y su congoja, la poesía: ‘Que tocan a la oración, / y hay gentes murmuradoras / cuyos ojos a estas horas / cristales de aumento son’. Iba montado, en las caballerías, detrás de Pedro o de José. Las llevaban a abrevar a la laguna comunal en cuanto el sol se agazapaba por completo. Se metían hasta la barriga en el agua. Me daba algo de yuyu, pues la gente decía que aquella laguna tenía un ‘pilón’ (hondón donde está el venero) en el que, si caías, ya no podrías salir. Las ataduras versificadas siguen pintando bastos: ‘Y es que los oscureceres / son unas horas menguadas / que han hecho ya desgraciadas / a muchas pobres mujeres’. Cenábamos todos juntos, al pie de una hacina. Queso, chorizo, morcilla y otros embutidos de la matanza, barbos escabechados a veces y la ‘ensalá de los trillaoris’. El pan, y el vino para los mayores. No ceja la rigurosidad del verso: ‘Y está tu galán delante, / y está tu hermanillo ausente, / y está el amor en creciente / y está la luna en menguante’. Anochecía y abuelo, Pedro y José contaban lo que oyeron contar a otros y que formaba parte de un ameno y abundantísimo repertorio de cultura oral. Mis oídos se impregnaban de todo lo que escuchaba.
Proseguía la cantata castrada y reprimida: ‘Y a luz tan débil yo creo / que sola a salir no atinas / del laberinto de hacinas / donde metida te veo’. No era extraño que otros trilladores vinieran a hacernos compañía, o que nosotros nos acercáramos a otras parvas. Solo esperaba que me narrasen cuentos y otras historias, recordasen ‘acertajonis’ (adivinanzas), ‘trastamullus’ (trabalenguas) y otras ‘barañas’ (entretenimientos jocosos, hablados o mímicos, para pasar el rato). La trova insistía en anatematizar conductas: ‘Vete, muchacha, y no quieras / llorar prematuros gozos, / que sé lo que son los mozos / y sé lo que son las eras’. Cuando daban en abrirse las bocas, la cuadrilla tocaba retirada y cada cual se disponía a ‘avial el ranchu pa la duerma’ (acondicionar el sitio donde se iba a dormir, sobre la parva). Abuelo se marchaba a su casa, en busca del mullido colchón. José y Pedro me acomodaban entre los dos y, cara al cielo, observábamos con delectación la inmensa luminaria de la bóveda celeste. Las rimas seguían pontificando y criminalizando: la mujer como objeto de deseo o rebajada a la categoría de buscona, y el hombre al acecho, tal que un triceratops rex: ‘Y en tales oscureceres / pláticas tales de amores / dicen los murmuradores / que son de tales mujeres…’. Pedro y José me mostraban las estrellas y, poco a poco, fui aprendiendo a distinguirlas, llamándolas por los arcaicos nombres que les dieron nuestros antepasados. Me quedaba completamente dormido bajo los cómplices guiños de los astros.
Pedro y José acabaron cogiendo el tren de la diáspora. Pedro para el País Vasco, donde falleció en la edad madura de un linfoma gástrico. José Luis, que era su nombre completo, vive en Madrid y, de vez en vez, regresa para evitar que se agosten sus raíces. Dudo que leyeran alguna vez a José María Gabriel Galán. O puede que sí. Acaso, la poesía de ‘El Embargu’, donde José María es otro muy distinto, desgarrado por el dolor de un campesino que acaba de enterrar a su mujer y tiene que enfrentarse a un embargo de bienes, a un canallesco desahucio perpetrado por amos y jueces sin alma.
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RADIOGRAFÍA DE LA ACTUALIDAD SOCIOPOLÍTICA
En honor a la verdad, he de decir que Pedro Sánchez Pérez-Castejón no es santo de mi devoción. Tampoco sus ministros socialreformistas; algunos de los cuales, los que llevan el color morado por estandarte, deberían haberse levantado de sus sillones al ver que no se cumplía el pacto de legislatura. Pero ello no quita para que señalemos con nuestro índice, sin contemplación de clase alguna, a todos esos medios de derechas (con todos sus extremos, armas y bagajes), que son muchos (la pasta la tienen los grupos de cabildeo o ‘lobbys’ periodísticos, y los que tienen la pasta suelen ser todos de la derechona frígida y ególatra), donde destacan los columnistas reaccionarios y ultramontanos. Otros periodistas de segunda fila, que también suelen trabajar en esos medios, son destinados a trabajos secundarios, sin carga ideológica (‘es todo un alivio’ me dicen algunos segundones, amigos míos), y, así, pueden seguir defendiendo el pan de sus hijos.
Con gran saña se han cebado con Pedro Sánchez, a raíz del mano a mano con Alberto Núñez Feijoo (sin tilde en la penúltima ‘o’, como aparece hasta en la Wikipedia y en montones de artículos de la prensa escrita o digital) el pasado 10 de los corrientes, festividad de San Cristóbal, patrón de los conductores. En esa jornada, esos conductores que conducen por la diestra incluso en dirección prohibida, recogieron carnaza para, al día siguiente, publicar, con auténtico resentimiento, explosivos titulares: ‘Feijoo arrincona a un Sánchez a la defensiva’, ‘Feijoo noquea a Sánchez’, ‘Feijoo vapulea a Sánchez’, ‘Sánchez es un animal herido’, ‘Un Sánchez desquiciado ante un Feijoo sólido’… Hasta Isabel Natividad Díaz Ayuso, la presidenta trumpista, neoliberal y trabucaire presidenta de la Comunidad de Madrid, lanzó su coz de caballo de Atila: ‘Feijoo ha arrasado a un Sánchez sin futuro’. Toda la legión de cavernícolas (en el sentido de retrógrados y gente ofuscada por el odio cainita), que no de cavernarios o trogloditas (a mis gentes de la Prehistoria no me las toquen), se ha puesto en pie de guerra y blanquean con diestra mano la sarta de mentiras que, sin el menor rubor, vertiera el gallego en el debate. Nada dicen de los agujeros millonarios que ha dejado en Galicia: la deuda pública triplicada: 8.600 millones por el asunto de las cajas y 5.600 millones en la Seguridad Social. Por estos campos, se dice aquello de ‘la palomita branca, tardi más o tardi menus, de siempri regüelvi las trampas’; o lo que es lo mismo: la paloma torcaz sabe muy bien cómo destejer las añagazas. La mentira tiene las patas muy cortas.
José María Aznar López, otra gaviota despendolada, quiso, desgraciadamente, vender a los españoles el calamitoso atentado del 11 de marzo de 2004, en Madrid, como algo propio de ETA, mintiendo a propio intento, pues todo apuntaba a grupos de la Yihad islámica, como acabó por confirmarse. Aquella intoxicación cínica y perversa le costó al PP perder las elecciones generales que se celebraron el 14 de ese mismo mes, cuando todas las encuestas le daban como caballo ganador. Dos millones de votos se les fueron de las manos. Lástima que los intoxicadores se fueran de rositas, como se fueron y se siguen yendo tantos otros tiburones con los riñones bien forrados. Cosas de la democracia coronada.
Visto lo cual y, mientras a Guillermo Fernández Vara le asignan tres trabajadores eventuales y un coche a su disposición, así como otras dietas e indemnizaciones por dietas, gastos de viajes y otras regalías y sinecuras, como ya gozan los otros dos expresidentes de la Junta de Extremadura: Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Antonio Monago Terraza, resulta que no hemos visto, en todo lo que va de campaña a ni un solo partido que hable de la guerra de Ucrania. ¿Es que ninguno de ellos, ni siquiera ‘Sumar’, se han planteado hacer astillas lo que parece un acuerdo tácito en pro de la continuidad del conflicto bélico y de seguir enviando armas? Dicen algunas encuestas que la formación que encabeza otra gallega, Yolanda Díaz Pérez, sacará menos votos que los que obtuvo Unidas Podemos en las últimas legislativas. ¡Pues estamos apañados! ¿Para qué tanto “Sumar” si puede que la suma se convierta en resta? Para este viaje, no se necesitaban alforjas. Agustín Santos Maraver, que venía actuando como embajador Representante Permanente de España ante la ONU y que será el número dos de ‘Sumar’ por Madrid en las elecciones del 23 de julio, se ha colocado al lado de su amigo Josep Borrell Fontelles, el leridano que ocupa el cargo de alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y que es un belicoso anti-ruso y volcado, como Pedro Sánchez, para armar a Ucrania hasta que haga falta y cueste lo que cueste. Estamos convencidos que, en el supuesto que los resultados electorales dieran para conformar otra coalición de cuño reformista, que no radicalmente transformador, el Gobierno, que volvería a ser presidido por Pedro Sánchez, continuaría con el mismo seguidismo de las políticas de la UE y de la OTAN.
Seguir el juego que marcan los dos organismos (nos da vergüenza llamarlos instituciones) mencionados es apostar por el capitalismo más canallesco, sin freno alguno, puesto al servicio de la industria armamentística y de otros intereses geoestratégicos que solo redundan en beneficio de los EEUU y sus políticas unilateralistas e imperialistas. Armas y más armas. En nuestro país, referente a los presupuestos del presente año, la partida asignada al sector militar fue aumentada en 13.524 millones de euros. Entre los meses de enero de 2022 y febrero de 2023, la ayuda militar que España concedió a Ucrania se elevó a 320 millones de euros; la ayuda financiera ascendió a 350 millones, y la humanitaria a 50 millones. Añádanse los gastos generados por la instrucción militar y mantenimiento de 850 ciudadanos ucranianos y otros 48 millones para el fondo del Grupo Banco Mundial, al objeto de sostener la capacidad administrativa y los servicios esenciales en Ucrania.
Esto, según analistas políticos totalmente independientes y no vendidos al mundo atlantista, es solo el aperitivo, porque la voracidad de Ucrania es insaciable y la Casa Blanca y Bruselas están dispuestas a que se vacíen todos los arsenales de Occidente con tal de que el Oso Ruso caiga de rodillas. Triste y espeluznante que la izquierda reformista no hable de esto y se pliegue a las ideas capitalistas y neoliberales que dice combatir. Por ello, seremos miles los que daremos las espaldas, quedándonos en nuestras casas, a esta izquierda renqueante y pazguata, la que habla de igualdad y, luego, premia vergonzosamente a los expresidentes de las comunidades autónomas con lacayos a su servicio, vehículo y chófer a su disposición y un buen puñado de euros para su anticipada jubilación de oro. ¡Esto es la igualdad que predica la izquierda socioliberal! Unos, con los billetes saliéndoseles fuera de sus bolsillos, y otros, sin poder llenar la cesta de la compra con los productos básicos. Y que nadie tenga la osadía de atemorizarnos con que viene el lobo fascista. El lobo ya está dentro, porque el oficio de lobero ya se extinguió y los responsables de la nación no volvieron a convocar plazas para ejercer como tal. Tal vez no les interesa. Seguro que se taparán los oídos si un socialista como el escritor George Orwell lanza las cuatro verdades al viento: ‘En principio, el fin de la guerra es mantener a la sociedad al borde de la hambruna. La guerra la hace el grupo dirigente contra sus propios sujetos y su objetivo no es la victoria, sino mantener la propia estructura social intacta’.
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Momento es de irse por los perfumados (perfumes naturales, claro está) caminos de la poesía. Siempre huelen bien las estrofas, aunque, como en el caso de hoy, algunos echen pestes de ellas. Bien sabéis quiénes son. Nos permitimos traer dos cortos poemas del libro poético ‘De Sepulcros Blanqueados y Otros Enjalbiegos’, con expresa alusión a la segunda parte de nuestra crónica, la que radiografía la actualidad sociopolítica.
DE LOS PARÁSITOS DE LA POLÍTICA
…Y los había tan caraduras
que presumían de ideas avanzadas;
mas confundían la austeridad
con público dispendio de las arcas.
Y solidarios eran
con sus carteras y sus baltras.
Húbolos que fueron pelagatos
y trocáronse gatos de algalia,
que perfumado llevaban hasta el glande
y con uñas de gatuñas los billetes rapiñaban.
Y el pueblo, masoquista, en cada cuatrienio
abríase de patas.
DE LOS GENDARMES DEL MUNDO
Juntáronse un jefe yanki
(mamut de ideas primarias);
otro inglés
(impune violador de sociales democracias)
y un cruzado español
(mamporrero que iba de comparsa).
Y el emperador que embarraba las estrellas
dijo: - ‘Yo invitar en saloom ‘Mesopotamia’
a mi primo Tony y a mi escudero ‘Ansar’.
¡Oh, la que vamos a pillar! ¡Qué tranca!
¡Y bebiéronse los tres
el petróleo de los parias!