Félix Barroso Gutiérrez
Hoy, 30 de abril, hace 181 años que falleció Giuseppe Agostino Benedetto Cottolengo. Vio las primeras luces en Bra, una pequeña ciudad de la provincia italiana de Cuneo, en la región del Piamonte italiano. Le tocó ser el primogénito de una prolífica familia. El mayor de doce hermanos. Seis de ellos cerraron los ojos para siempre a edades muy tempranas. Tiempos eran en que las campanas tocaban cada dos por tres a niño muerto. Pertenecía a una familia de emprendedores, dedicada al comercio de telas. Él mostró ser un buen gestor en tales quehaceres; pero he aquí que, como dirían los feligreses al uso, ‘recibió la llamada del Señor’ y se metió a cura.
Dejando a un lado nuestro colmillo iconoclasta, que nunca vampirizó a nadie, hay que reconocer que este sacerdote no fue uno más del montón. Su vocación de entrega a los demás, especialmente a los más desvalidos, le llevó a fundar la ‘Piccola Casa della Divina Provvidenza’. Unas fiebres tifoideas se lo llevaron, con 56 años. Y con 56 años también se fue, como buen católico, para estar sentado a la derecha de su Dios Padre, uno de sus más incondicionales discípulos: el catalán Jacint Alegre i Pujals. Puso todo el empeño en crear un ‘cottolengo’ (casas de acogida para los pobres y desahuciados) en Barcelona. No la vio levantada, porque la parca se lo llevó en 1930, dos años antes. En octubre del 39, cinco meses después de acabar la guerra y alzarse con su tiránico poder el llamado ‘Generalísimo’ sobre las tierras y mares de España, surgió la congregación de ‘Las Hermanas Servidoras de Jesús’, ligada a la obra caritativa del italiano y el catalán.
En el año 1951, se pondrá la primera piedra del ‘Cottolengo del Padre Alegre’ en la legendaria comarca de Las Hurdes, entre las alquerías o aldeas de Martilandrán y La Fragosa. Cuando pisé, con 16 años, por primera vez, aquel centro que daba cobijo a una gavilla de desvalidos, me dijeron las monjas que les causó tanta impresión la majestuosidad del paisaje, con sus gigantescas montañas arrojándose casi verticalmente sobre los mil y un meandros de los ríos jurdanos, y a la vez observar tanta pobreza, que decidieron, sin pensárselo dos veces, establecer allí un ‘Cottolengo’. Cierto que el paisaje era y es único, pero, en cuanto a la pobreza (término muy ambiguo y que no puede ser realmente definido sin conocer los patrones socioantropológicos de una comunidad), habría mucho que hablar. En aquellos años, las necesidades eran más que notables en las zonas rurales y en las barriadas obreras de la gran urbe; no solo en el territorio jurdano.
Inclusive, por poner ejemplos cercanos, en muchas comarcas extremeñas no tenían la suerte de contar con casi 40.000 hectáreas de terrenos comunales, como era el caso de Las Hurdes, y de ser todos los vecinos propietarios, aunque fueran de pequeños huertos, algunos olivos, algunos castaños, algunos cerezos, algunos ‘rozus’ para sembrar centeno (de centeno era el pan que se comía), algunas colmenas, algunas cabras… Pero es que, en gran parte de Extremadura, eran cuatro los dueños de miles de hectáreas y la mayoría eran pobres jornaleros, que no tenían más tierra que la de la tumba que les aguardaba en el cementerio. Solo tenían sus brazos para arrendarlos, como fuerza bruta, a los señoritos cortijeros, terratenientes explotadores, procedentes de la nobleza, o de las grandes fortunas que se labraron durante las monarquías borbónicas o la dictadura franquista.
El destino quiso que, años más tarde, al acabar mis estudios, volviera a la comarca jurdana, a un centro educativo situado a escasos siete kilómetros del ‘Cottolengo’. Un hogar-escolar que pasaría a depender de la Junta de Extremadura. Visité varias veces más aquel centro que acogía a un grupo de desamparados, provenientes de muchos puntos de la geografía española. Conocía a todas las hermanas y a los internos. Siempre nos recibieron muy bien, incluso cuando, revestidos con nuestras indumentarias, propias del ‘Carnaval Jurdanu’, irreverentes y desvergonzadas por la propia esencia de tan singular festejo, nos presentábamos allí, cantando, bailando y representando atrevidas estampas. Ellas, las hermanas, nos recibían con los brazos abiertos, no se escandalizaban lo más mínimo y nos sacaban bandejas con pastas y unos licores. Otras veces volví para entrevistar, dentro de mis trabajos de investigación de campo, a algunos jurdanos que estaban allí acogidos. Recuerdos muy entrañables de Tío Agustín Barrera Espinazo, un excelente informante, que me desplegó innumerables relatos legendarios, alguna que otra pieza del Romancero Viejo y otros aspectos de la Cultura Tradicional de ese valle del río ‘Marvillíu’, de tanta riqueza etnográfica y antropológica.
En el año 1961, las monjas pusieron en marcha una maternidad, con su matrona correspondiente, donde iban a dar a luz las mujeres jurdanas, de manera totalmente gratuita. Todo un lujo en unos años en que las comarcas que rodean a Las Hurdes, fueran de Cáceres o Salamanca, carecían de esos servicios sanitarios y las embarazadas tenían que seguir pariendo en sus casas. Hoy, 30 de abril, fecha tan memorable para nuestras amigas y amigos del Cottolengo del Padre Alegre, aunque los efluvios de lo descreído y lo irreligioso corran por nuestras venas, romperemos una lanza y brindaremos por la abnegada y altruista labor de las hermanas. ¡Salud y larga vida para ellas!
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ESTADO PANDÉMICO DE LA REGIÓN EXTREMEÑA
La población extremeña es la tercera de España que más se ha vacunado contra la Covid-19, después de La Rioja y Castilla-León. La pauta total de la vacunación la tienen el 95,8 de los residentes en Extremadura. La cuarta dosis, que entraba dentro de la secuencia de refuerzo, la recibieron el 60% de los mayores de 60 años. Como la consejería de Sanidad ha dejado de ofrecer datos sobre la pandemia, nada sabemos al respecto. Sabemos que hay ingresados en los hospitales extremeños por Covid-19; quizás alguno en UCI, pero no hay nada más. La última noticia sobre temas pandémicos, es la relacionada sobre el trabajo emprendido por investigadores de la facultad de Ciencias del Deporte (UEX), en orden a la búsqueda de personas con covid persistente, a fin de valorar su condición física.
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RADIOGRAFÍA DE LA ACTUALIDAD SOCIOPOLÍTICA
En la calle, en los bares, en las tiendas, en los corrillos… se habla, se comenta, se critica y se discute sobre ese personaje que llaman el ‘Rey Emérito’ y su estancia de cuatro días en Sanxenso (Pontevedra), para asistir a unas regatas. El paisanaje, descojonándose, exclama: ¡Pues está el viejo como para muchas regatas, si no puede dar un paso sin el bastón o sin apoyarse en los brazos de sus pajes! Los españolitos de a pie, por mucho que le blanqueen y le blinden las derechas de este país, montaje al que se suma, sin rubor alguno, el PSOE, no se acaban de creer que este perdulario solo regrese a España a ‘participar en unas regatas’. Se habla, en las tertulias de las clases bajas, de que Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón, tiene muchos cientos o miles de millones ocultos en paraísos fiscales, pero que el ‘Régimen del 78’ (PP-PSOE) no quiere remover más la mierda, no siendo que llegue a salpicarle a ellos, pues cada vez está quedando más claro es que la ‘Transición’ no fue modelo de nada, sino toda una ‘Cueva de Alí-Babá’, atiborrada de chorizos, en la que se tapaban unos a otros las vergüenzas.
Si al Emérito le aprietan demasiado las tuercas, puede que cante, no sabemos si por seguiriyas o soleares, pero más que seguro que las notas musicales salidas de su dentadura regia descalabrarían a más de uno. Porque hay muchas cosas oscuras de aquellos años, como de aquel 23-F, cuando se produjo un intento de golpe de Estado en toda regla y del que se ha publicado que, en la sombra, estaba el propio rey y que, en la lista de ministrables, tras tal vorágine antidemocrática, había prohombres del PSOE y del PP). ¿Por qué no han salido a la palestra a negar y desmentir lo que se ha publicado en diferentes libros y revistas? La pregunta se ha lanzado muchas veces al aire y la callada ha sido la respuesta.
Los corrillos de tabernas y verdulerías, que, en ocasiones, están más enterados de lo que pasa en el mundanal ruido que los que no se enteran o no quieren enterarse, se preguntan cómo es posible que el nombre de ese ‘Emérito tan decrépito’ siga rotulando calles, plazas, barcos, cuarteles, fundaciones, instituciones y hasta algún kiosko de pipas. ¿Acaso no es toda una aberración que socava los cimientos democráticos? ¿Cómo podemos llamar democracia a un régimen que exhibe públicamente los nombres de ladrones de cuello blanco? La reiterada, vergonzante y desatinada respuesta siempre es la misma por parte del Gobierno: ‘Se trata de un viaje privado y no merece más comentario’. Desde la Moncloa, se echan balones fuera: ‘Estamos alineados con la Casa del Rey y las relaciones son magníficas con Felipe VI y el Palacio de la Zarzuela’. Algunas destacadas voces del PSOE inciden en que el Emérito debería dirigirse a la nación y pedir perdón por los deslices pasados. Personalmente, ya he escuchado a más de dos castizos y socarrones paisanos comentar que ‘de deslices, nada; sino rendir cuentas de todo lo que ha robado y derecho al banquillo y, si dicen que fue cuando era inviolable, hay muchos métodos para revertir la inviolabilidad’. Y que nos les hablen de perdón, pues ya lo pidió cuando fue a cazar elefantes a Botsuana, y siguió golfeando y robando todo lo que le dio la gana.
Refieren los lugareños en estos días de alegres romerías, como la que celebramos el pasado sábado, con mucha aguardiente, perrunilla y carne asada y buen vino de la parra tuerta, que El Emérito solo ha venido a España, hace cuatro días, a firmar papeles. Su parada en Londres no fue para entrevistarse con Carlos III, rey de Inglaterra desde hace un par de años (hoy, tiene 74 primaveras), y que dicen que son primos porque sus tatarabuelos eran parientes (todos los aristócratas se llaman “primos” o “hermanos”, porque todos ellos pertenecen a la ‘Internacional de la Alta Alcurnia’, integrada por los que nacen con una lata de caviar debajo el brazo y viven como dioses, mientras millones de seres humanos padecen hambre física). Tampoco –relatan los labriegos- fue a ver jugar al Real Madrid, ni a participar en las regatas de Sanxenxo (no está ‘El Campechano’ para esos trotes). Ni pasó por Vitoria para un chequeo médico. El motivo de su viaje consistía en hablar de oscuros negocios con ciertos testaferros y solucionar con su exyerno Iñaki Urdangarín Liebaert negocios que tenían entre los dos con Corinna Larsen. ‘El Emérito’, que teme que el antiguo yerno se vaya de la boca si no acceden a sus exigencias por su divorcio con la infanta Cristina: 25.000 euros mensuales y una indemnización de dos millones de euros, se encuentra atrapado entre la espada y la pared. O suelta la pasta o el terremoto está servido.
No hay ladrón sin encubridor’, dice el viejo refranero. Ténganlo muy en cuanto algunos. O aquel otro: ‘tanto peca el que roba en la huerta como el que queda en la puerta’. Se nos quedan en las alforjas otras cosas que dicen los lugareños, como las relacionadas con quién paga los viajes en el lujoso jet, un ‘Gulfstream G-450’, valorado en 36 millones de euros, que usa el Borbón para sus viajes. Pero no tengamos prisas, que ‘hay más días que ollas y gallinas gordas’, como refiere otro adagio. Para el próximo capítulo, que el carrete tiene cuerda.
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Llega el momento de dedicar dos minutos a los versos del ‘Poeta de la Niebla’. Dos cortos poemas; el primero de los cuales toca tangencialmente la tercera parte de nuestra crónica, en la que se les saca los colores a ciertos jueces que levantan la mano ante los poderosos, como se rumorea que ha pasado con ‘El Emérito’, el inviolable. Y un segundo poema para recordar que ayer, cuando se nos cerraban las pestañas por el mucho trasnochar en la romería del sábado y no pudimos rematar esta crónica, se celebraba el 1º de Mayo, toda una fecha emblemática para la gente que creemos en otra España diferente. No nos conformamos con remiendos, medias verdades o redondeadas mentiras, manipulaciones en los medios, falsas libertades neoliberales, sometimiento al unilateralismo y abismales desigualdades entre los ricos y los pobres. No llamen, por favor, ‘Gobierno de Progreso’ a unos gobernantes que no se atreven a realizar reformas estructurales, y, si alguno de los ministerios osa hacerlo, le paran los pies al momento. Del poemario: ‘Para embaír el rato’.
DE LOS QUE USAN DOS VARAS DE MEDIR
…Y surgió, de pronto, sarpullido
de pedir cuentas pendientes a crápula
de países de bananas.
Asomó Justicia bajo el sol, apresurada.
Díjoles: -Vuestra espada tiene herrumbre.
Y vínose también la Ley, algo atufada:
-La balanza está trucada.
Ellos, juristas justicieros, rasgaban la casaca.
-Quitaros la venda de una vez
-dijeron las virtudes-, que la paja
en ojo ajeno vuélvese viga en el vuestro.
¡Empezad a barrer por vuestra casa!
DE LOS QUE NOS MANIFESTAMOS EL 1º DE MAYO
Facio le decían. Un día regoldó
por su boca ultramontana:
-Hoy he visto roja nube
que rugía y amenazaba.
Peor que pedrisco venido a los sembrados
era la nube, ¡malhadada!
Volví la vista
y le miré de frente, cara a cara:
-Oiga, Facio, tío fascista,
esa nube de colores escarlatas
es la que impide que los suyos
nos la metan por detrás y atravesada.