Jon Álvarez CNT ExtremaduraHemos dejado que pase un tiempo prudencial para que los agentes firmantes del VI Plan de Empleo y del V de Prevención de Riesgos Laborales –que son los mismos– un año después de su firma nos den una opinión sobre sus previsiones y grado de cumplimiento.
EL PARO
Cuando se firmó el VI Plan de Empleo, marzo de 2008, había, según el INEM, 78.706 parados y una población activa de 407.700 personas, según el INE. Un año después, en marzo de 2009, nos encontramos con 108.664 parados y una población activa de 382.400 personas, según datos oficiales.
No se puede argüir en defensa propia que las cosas han empeorado porque ya en el momento de su firma el panorama económico no era bueno y con toda la pléyade de liberados sindicales que los Sindicatos tienen alguno diría que las cosas pintaban mal; o las decenas de asesores con los que la Junta cuenta alguno diría que las cosas estaban mal. Mucho nos tememos que los únicos que se frotaban las manos era la Patronal, que sin poner nada de su parte se garantizaba paz social durante varios años.
LA SINIESTRALIDAD LABORAL
Hemos de reconocer, sin embargo, que aquí los datos algo han mejorado. Si cuando se firma el V Plan de Prevención teníamos una siniestralidad acumulada de 3.029 accidentes con baja en el mes de febrero 2008, un año después es de 2.033, aunque en muertos seguimos igual: 3. Pero mucho nos tememos que este descenso se debe más al parón de la actividad que a resultados prácticos del Plan, de hecho hay más de 28.000 personas paradas en ese espacio de tiempo.
Con semejantes datos, y con un poco de vergüenza torera, los firmantes del VI Plan de Empleo y del V de Prevención, deberían pedir perdón a todos los trabajadores, devolver el dinero gastado –no sabemos en qué, aunque lo imaginamos, pero seguro que en crear empleo y conciencia sobre seguridad laboral, no– y dimitir irrevocablemente por tan nefasta gestión. Pero no nos engañamos, sabemos que cualquier petición que hagamos en este sentido será inútil porque la verdadera razón de estos Planes no son otros que la consecución de paz social por dinero y status social para el sindicalismo oficial. Si tener una de las mayores tasas de paro de España, una renta per cápita tercermundista, salarios y condiciones de trabajo de pena no es motivo más que suficiente como para plantearse que algo hay que hacer… es que los motivos para este inmovilismo sindical son otros. Y estos no pueden ser más que políticos y económicos. Políticos, porque no van a hacer nada que desestabilice a un gobierno del partido socialista, aunque este nos esté llevando a la ruina; y económicos, porque para ellos no hay crisis, ya que cada año reciben más dinero de los diferentes presupuestos públicos para mantener sus exageradas plantillas de
liberados.
Desde CNT abogamos por la acumulación de fuerzas en una unidad de acción para frenar la sangría que para la clase trabajadora supone el ser los paganos de una situación que no hemos creado, así como para reclamar políticas de protección social que alivien a las personas que se vean abocadas al paro.
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