M.Cruz
Se esfumaron los espejismos. Ni el generado por el anuncio de retirada de José Luis Rodríguez Zapatero ni el surgido por la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como su sucesor. Las expectativas electorales del PSOE vuelven a situarse a años luz de las del PP.Casi 14 puntos marcan las distancias, una diferencia que se traduciría en una clara mayoría absoluta para Rajoy, según una encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO.
Apenas han transcurrido dos meses y los socialistas ven cómo se desinfla el salvavidas que les proporcionó la decisión del presidente de no repetir como candidato en las elecciones generales. Ahora, 15 días después de unas elecciones municipales y autonómicas, saldadas con un vuelco espectacular en favor de los populares, el PSOE se hunde de nuevo.
Ni el adiós de Zapatero ni el aquí estoy de Rubalcaba parecen conmover a los votantes, que se mantienen firmes en su decisión de apartar a los socialistas de todos los ámbitos de poder. Si hoy se celebraran las elecciones generales, el PP arrasaría consiguiendo un 45,9% de los votos frente al 32,1% que lograría el PSOE. La diferencia entre ambas fuerzas sería, pues, de 13,8 puntos.
Ésta es la principal conclusión que se extrae del sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO. La encuesta ha sido realizada entre el 1 y 2 de este mes, por lo que recoge el impacto de la aclamación por parte de la cúpula del PSOE del vicepresidente primero como próximo cartel socialista.
Los resultados del sondeo podrían también compararse con los obtenidos por ambos partidos en los recientes comicios municipales celebrados en toda España (no así con los autonómicos, puesto que, hace dos semanas, cuatro comunidades no acudieron a las urnas). De esta comparativa el PP también sale bien parado. Hace dos semanas, el partido liderado por Mariano Rajoy logró un 37,5% de los sufragios (8,47 millones de votos), en tanto que el PSOE se quedó con el 27,79% (6,27 millones de papeletas). En definitiva, la distancia entre ambos fue de casi 10 puntos (9,8). Ahora, si la convocatoria fuera de elecciones generales, la brecha en favor de los populares se agrandaría en cuatro puntos más.
Tomando como punto de referencia los resultados de los comicios de marzo de 2008, se constata la caída en picado que han sufrido los socialistas a lo largo de la legislatura.
La crisis económica y la gestión de la misma por parte del Gobierno de Zapatero les pasa una factura elevadísima. Nada menos que 11,8 puntos se han dejado en el camino. En las elecciones de 2008 obtuvieron un 43,9% de los votos y ahora sólo llegarían al 32,1%.
El ascenso del PP en los últimos tres años también ha sido muy importante, pero no es comparable al hundimiento del PSOE. Los populares conseguirían hoy mejorar su resultado de 2008 en seis puntos, pasando del 39,9% que alcanzaron entonces al 45,9% que lograrían hoy.
Los tres años largos de legislatura han sido como un tobogán por el que se ha ido deslizando de forma imparable el Gobierno y el partido que lo sustenta. En el curso del último año, las distancias entre las dos grandes fuerzas políticas se han convertido en irreversibles.
En mayo de 2010, cuando el presidente Zapatero subió a la tribuna del Congreso para anunciar un paquete durísimo de recortes, la brecha se instaló en los 10,5 puntos. A partir de ahí ya no se achicaría. A finales de año -en la encuesta publicada por EL MUNDO el 2 de enero de 2011- la distancia se situó en un nivel récord: 18,4 puntos.
En febrero, la diferencia era de 16 puntos y, en marzo, de 16,5. La distancia se aminoró considerablemente cuando Zapatero anunció en abril que no repetiría como candidato. Su decisión animó a los votantes considerablemente, hasta el punto de que, en la encuesta que Sigma Dos realizó entonces para EL MUNDO, se redujo el abismo que separaba al PSOE del PP en nueve puntos, hasta situarse entre el 7,1 y el 7,9, dependiendo del candidato que compitiera con Rajoy. La ministra de Defensa, Carme Chacón, era el cartel que mejor resultado obtenía. Tras ella, y a muy poca distancia, se situaba Rubalcaba.
No obstante este efecto ahora ha desaparecido. Con Rubalcaba ya como candidato socialista -el falso proceso de primarias aún no ha concluido, pero no existe posibilidad alguna de que ningún rival le arrebate el trono-, las aguas electorales vuelven al cauce de hace poco más de dos meses.
Por el momento, en la encuesta no se aprecia ni atisbo de la esperanza de último minuto a la que se amarran ahora los socialistas, y que no es otra que la de creer que los comicios autonómicos y municipales han podido servir para absorber parte del malestar de los votantes con la política del Gobierno. Los datos demuestran lo contrario.
Y, en relación con el resto de los partidos, la tónica marcada por las elecciones de hace dos semanas parece confirmarse. Según el sondeo, Izquierda Unida conseguiría hoy un resultado notablemente mejor que el de 2008. Subiría nada menos que dos puntos, pasando del 3,8% de los votos al 5,8.
Importante sería también el ascenso que registraría UPyD, la formación liderada por Rosa Díez, que saltaría del 1,2% que cosechó en las elecciones generales de hace tres años al 3,6%. UPyD triplicaría su porcentaje de votos. Entre estos dos partidos le robarían al PSOE 4,5 puntos.
Entre las fuerzas nacionalistas, sólo CiU lograría mejorar su marca de 2008, en cinco décimas, en tanto que el PNV y ERC se dejarían respectivamente 0,2 y 0,1 puntos.